lunes, 10 de noviembre de 2008

BIB AZAHAR 14

A LA DIOSA MADRE (ATTA MAN)

Saliste del santuario de Aigipto con el nombre de Isis o Nehit.
Desde el templo de Sais iniciaste tu andadura y llegaste el templo de Hércules en Larache (Larraix). Allí te asentaste por largo tiempo, después tus pasos te trasladaron a las minas de Afra (Guelaia); en las laderas de Mazuza (el Gurugú).
Portaste el nombre griego de Atenea, Astarté, Diana, Noctiluca, Nehit, Afrodita, Tania, Isis…
Otra vez el incansable caminar…y luego, marcha triunfal a la Iberia Hispana. Álaga 1 te acogió en la Cueva del Tesoro. Allí está el santuario desnudo esperando tu retorno, y, el vasallaje de la danza en círculo, danza que se pierde en el umbral de los tiempos.
Diosas Madre que forman parte del legado genético de un poder robado con malas artes. Poder confiscado, culpable de las guerras que han existido en el pasado y las que vendrán en el futuro asolando la tierra y, posterior daño al sistema solar. Tributo demasiado grande para un beneficio tan pequeño, tan mezquino…
¿Retornarán las Diosas Madres? Esperando están los seres humanos, fin de las sangrientas contiendas.
La diosa de Wilendorfs, cuya antigüedad se pierde en la inconmensurable noche de los milenios y, da testimonio de su realeza y mandato Universal.
Las confiere como diosas de la vida, del Más Allá, la organización y de las ciencias.
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Ginés Adán Ávila.